Estrés en gatos: Síntomas y Tratamiento
El estrés es mucho más habitual en gatos que en perros. Es importante saber cómo tratarlo y conocer los síntomas para poder prevenirlo.
La mayoría de los gatos son muy sensibles a las variaciones que se producen a su alrededor. Es normal que los cambios produzcan estrés en los gatos, pero no hasta un punto en el que su vida se vea perjudicada.
SÍNTOMAS DEL ESTRÉS
Lo primero que se aprecia cuando un gato sufre estrés, son cambios en su conducta:
Agresividad: Si se encuentran molestos por algún cambio que no les gusta, los gatos pueden volverse más agresivos. Bufan, arañan, escapan del contacto de las personas o de otras mascotas…
Ansiedad: La ansiedad y el estrés no van reñidos. Puede que reaccione con miedo a determinadas situaciones. Es muy común en este estado que evite al resto de componentes de la familia y, en lugar de comportarse de manera agresiva, se esconda en un lugar oscuro y silencioso. Es una reacción muy típica del miedo a los cohetes en época de fiesta.
Comportamiento compulsivo: Si se lame de manera obsesiva o se autolesiona produciéndose heridas en la piel.
Trastornos alimentarios: El estrés le puede llevar a la anorexia si no se alimenta de manera adecuada por la situación. Por otro lado, en lugar de la falta de apetito, el estrés puede llevarle a comer de manera compulsiva hasta el punto de conducirle al vómito.
Marcaje: Si su entorno cambia, un gato puede considerar que debe reafirmar su presencia en él. Esto lo hacen mediante el marcaje con arañazos, frotándose o con orina. Su objetivo pueden ser muebles, paredes y marcos de puertas.
Vocalización: Una manera que tienen los gatos de llamar la atención de los seres humanos, es mediante los maullidos. El estrés puede llevarle a emitir sonidos similares a los que producen con el celo.
Defecación fuera del arenero: Hacer sus necesidades en el suelo, también es un signo de estrés en gatos.
Los animales que sufren estrés a la larga, pueden sufrir alteraciones de su estado físico. La bajada de defensas debido a la lucha de su organismo para resolver la situación desagradable puede dar lugar a:
Infecciones urinarias.
Alopecia.
Problemas respiratorios.
Vómitos.
Problemas renales.
Mayor probabilidad de verse afectado por un virus.
TRATAMIENTO
Lo principal es determinar cuál es el origen del estrés para poder combatirlo. Si no estás seguro de que se trate de estrés, llévalo al veterinario para descartar que su estado sea por otra causa.
Existen diferentes técnicas para combatir el estrés en un felino:
Dedícale atención: Algunos gatos tienen un gran afecto por su dueño. En tal caso, puedes dedicarle toda la atención que demande. Juega con él, acarícialo y deja que duerma cerca de ti si le apetece. Es una manera de demostrarle que todo está bien y que no hay de qué preocuparse. Si su comportamiento es agresivo ante el contacto, descarta la idea de darle cariño.
Proporciónale un lugar seguro: Si la causa del estrés es el miedo, proporciónale un sitio donde se sienta seguro. Este lugar puede ser una habitación tranquila, un sitio oscuro bajo un mueble o en una caja, un lugar elevado si la amenaza está en el suelo…
Feromonas felinas: Cuando las gatas están amamantando, liberan feromonas para que los gatitos estén tranquilos. Hay productos que liberan este tipo de feromonas al ambiente. Uno de los más conocidos es el Feliway. Se presenta en forma de difusor que se conecta a una toma eléctrica y libera feromonas al aire. La finalidad es crear un ambiente más acogedor para el felino.
Reduce el ruido: Puede que nuestros hábitos no le agraden a nuestro gato. Muchos son sensibles a la música muy alta o a los gritos. En tal caso, un ambiente más tranquilo puede ayudar a nuestro felino.
Aislamiento de otros animales: En caso de que el problema sea la presencia de otro animal en casa, puede que tu gato necesite tenerlo lejos para sentirse mejor. Si se trata de una simple visita, llévalo a una habitación donde se encuentre más a gusto. Si se trata de un nuevo miembro peludo en la familia, intenta tenerlo separado. Dale tiempo para que se acostumbre poco a poco a su nuevo compañero.
Los gatos no se comportan de manera incorrecta para fastidiar a su dueño. Es un indicativo de que algo no va bien, como una llamada de atención para pedir ayuda.