Cómo domesticar a tu hámster para que no te muerda

Los hámster son pequeñas mascotas fáciles de manejar. Sin embargo, puede que sea necesario dedicar algún tiempo para poderlo domesticar.

Si acabas de adquirir un hámster, a lo mejor te encuentras con que el animalito huye de ti e intenta morderte. Se trata de un comportamiento normal, el pequeño necesita algún tiempo para adaptarse a ti y a su nuevo entorno. Si tienes paciencia puedes domesticar a tu hámster para que se acostumbre a ti.

CÓMO DOMESTICAR UN HÁMSTER

Los hamsters a veces muerden cuando tienen miedo o intentan defenderse. Si te ocurre eso con tu hámster, significa que aún no se siente cómodo cuando lo coges. Aquí tienes algunos consejos para domesticar a tu hámster para que se sienta más a gusto contigo:

  • Acondiciona la jaula: Asegúrate de que su jaula dispone de todo lo necesario para que se sienta bien en ella. Que no le falte la comida, el agua, una cama y objetos para entretenerse.
  • Tiempo de adaptación: Espera una semana al menos para que se acostumbre a su nueva casa. No lo atosigues ni intentes cogerlo si no se siente seguro en su nuevo entorno, porque querrá escapar y no aceptará su jaula como su  hogar.
  • Primeros acercamientos: Cada día puedes acercarte unos minutos a la jaula y hablarle con voz suave. De esta manera, empezará a conocerte y a ver que no eres una amenaza cuando estás cerca.
  • Premios: Cuando notes que se siente seguro en su hogar y no se asusta al tenerte cerca, puedes darle algún premio a través de los barrotes de la jaula. Acerca algún alimento que le gustes y deja que lo coja de tu mano. Esto hará que asocie tu presencia con algo bueno.
  • Contacto: El siguiente paso es empezar a meter la mano en la jaula. Lávatelas primero para eliminar olores que puedan asustarlo. Mete la mano despacio en la jaula y deja que te olfatee. Acerca premios para que los coja de tu palma. Si ves que acepta tu presencia, intenta acariciarlo con suavidad. Si se asusta y quiere alejarse, no lo fuerces, cierra la jaula e inténtalo de nuevo unos días después.
  • Tiempo y paciencia: A medida que pase el tiempo, aumenta el contacto. Si acepta premios de tu mano, se sube para cogerlos y deja que lo acaricies, puedes intentar cogerlo. Levántalo en las manos ligeramente, siempre que el animal no se muestre demasiado alterado. Si empieza a inquietarse, devuélvelo a su jaula.

Los hámster son fáciles de domesticar, aunque hay razas que son más tranquilas que otras, pero hay que tener mucha paciencia. Lo más importante es que no lo fuerces y actúes siempre con tranquilidad, sin asustarlo a él ni alertarte tú.

¿Es dócil tu hámster?

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